OSCURIDAD (soneto)

Teje la espuma puntillas de olas
Encrespando un mar antes despejado
El Sol se retira disgustado
Abandonando cauce de aureolas

La Luna zambullendo su cola
En el inmenso océano rizado
La noche le acoge abandonado
No riela su luz de caracola

Sin luces de estrellas sigue oscuro
Como noche llena de penumbras
Ahuyentar miedos yo procuro

Vuelven ya las rechazadas sombras
Sin encontrar un lugar seguro

Así me envuelves más no me asombras

Una mujer desnuda

Sabanas frías

Entre sabanas frías me envuelvo
en mi cuerpo desnudo las siento
al igual que un viento congelado
se enclava cual dardo envenenado
un destino del que no me libero
me apreso en sus brazos un día
demostrando que el me imponía
el vivir o el morir en el tiempo
que importa llegar al final
si me siento muerta por dentro
cruel es el destino que guarda
soledad, angustia, llanto
atenaza mi cuerpo lo lanza
a un futuro vacío, incierto
Entre sabanas frías recuerdo
el ayer afanoso, preciso, sereno
cuando todo era sencillo tierno
suave brisa acariciaba mi cuerpo
desnudo entre tibias sabanas
envolviéndome en el deseo
entre sabanas frías ahora
solo me envuelven lamentos

LIBRE

Cuadro para Cristina

Sin esperar al tiempo
marchando por delante
sin pesado equipaje
que frene mi partida
con un fuerte aguacero
que agote mi esperanza
camino contra el viento
no me detiene nada

libre me siento ahora
que camino seguro
por senderos escritos
por mares lapidados
ya no me invade el miedo
de aquel tiempo pasado
que algún día recordare
como algo ya olvidado

verso en heptasílabo

SONETO AL SOL

Me refugio después de un largo día
al amparo que deja la noche
sus brazos me acogen como amante
su sombra me da sosiego armonía.

Con el murmullo de la gran ciudad
ya me duermo pensando en mañana
amanece y tañe la campana
alzándose con majestuosidad.

Sobre aquellos engendros de piedra
el Sol pierde sus potentes rayos
devorados a bocados medra.

Aquellos que siempre fueron suyos
caen sobre un amanecer de almendra
corriendo entre alboradas de arroyos.

MI PLAYA

Vuelvo con las mañanas tempranas
Enredándome en olas traviesas
que esperando mi vuelta, impacientes
Me dan su bienvenida, prudentes

Hermosas se elevan se mantienen
Se encrespan, se realzan, me envuelven
Conmigo bailan, ya van y vienen
Al borde de mis pies se detienen

Seguían jugando y yo pensaba
Y mi pensamiento me alentaba
Uniéndome a su baile soñaba
Que mi mente así se liberaba

A aquella playa hermosa volvía
Y así corriendo y cantando seguía
Mojándome el agua los pies sentía
Que mi vida de nuevo renacía.