Un mar brillante me recibe
se encrespan sus olas al verme
me rodean, bravas me envuelven
otro año más nos saludamos
oigo su carcajeo su reflujo
con su vaivén impaciente
abrazando una arena fresca
que dormida aún permanece
mientras un Sol vespertino
al fondo se levanta y crece
escala los peldaños sin prisa
del espacio que le pertenece
encumbrándose en lo alto
coronando el día que emerge
me siento en la arena húmeda
las ola me van empapando
los pies me siguen acariciando
cerrando los ojos me dejo llevar
su espuma blanca me vivifica
el suave oleaje me transporta
a pasados lejanos y olvidados
al primer amor al primer abrazo
al primer roce en los labios
un “te quiero” un “te prometo”
que quedo mas tarde en llanto
un “para siempre” después
que no duro demasiado
siento de nuevo el agua del mar
monandome los pies y vuelvo
al presente del pasado.
Dices que bueno es olvidar lo negativo del pasado y disfrutar de lo positivo que has vivido... así que ya sabes.
ResponderEliminarUn biquiño y precioso poema.
Nuestro blog te espera, no te olvides.